Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.
Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.
Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.
Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.
Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!
Federico Gracía Lorca, Poeta en Nueva York, 1910.
domingo, 30 de diciembre de 2007
Vuelta de paseo
Tramado por doneval el domingo, diciembre 30, 2007
Esto va de... Literatura, Poesía
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